Bebe agua en abundancia. Mantener una hidratación adecuada te ayudará a evitar las rozaduras, ya que te permitirá sudar con más facilidad. Al sudar, fuerzas la salida de las sales a través de los poros. Cuando la sal se seca en la piel, forma cristales que actúan como un abrasivo al ser frotados contra otra zona de la piel o contra la ropa. Cuanta más agua bebas, más sudarás, por lo que será más fácil que puedas evitar la formación de cristales.
Lubrica tus piernas. Antes de comenzar a correr, aplica vaselina u otro lubricante sobre la piel. Tu objetivo debe ser las zonas más susceptibles de sufrir rozaduras, como la ingle o la parte superior de los muslos. Algunas personas prefieren usar polvos absorbentes en lugar de un lubricante a base de aceite. Aunque los polvos ayudan a absorber el sudor, con frecuencia es necesario volver a aplicarlos durante la carrera, especialmente si sudas mucho.
Usa ropa limpia y ajustada. Los pantalones cortos holgados pueden causarte rozaduras, ya que se frotan más contra las piernas que los pantalones, cortos o largos, que se ajustan bien al cuerpo. También puedes usar unos pantalones de compresión bajo los habituales con el fin de combatir las rozaduras. Por otra parte, que lleves ropa limpia es imprescindible cuando sales a correr, porque las sustancias químicas, los tintes y el sudor pueden quedar atrapados en las fibras del tejido, haciéndote más susceptible a padecer rozaduras cuando tu piel entre en contacto repetido con la ropa.
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